"La religion del sol sigue estando repleta a cada tanto de devociones a la luna, con una mezcla de piedras lunares, peces, carneros y jabalíes. Además toros, águilas, gavilanes diseminados; pero nada de gallos, no, no creo que el gallo haya ocupado un gran lugar en medio de estos ritos.
Apolo, es decir, el sol en movimiento y que corre, el sol liberado de una parte de si mismo, la mas alta, y considerado en su fuerza motora, el sol que ha bajado de su trono y que acepta ponerse en movimiento que ya no es rey, puesto que no esta sentado, no esta inmovil y trabaja, y se ha convertido en el hijo del rey, como el cristo es hijo de dios (...) estatuas de jupiter y Juno. Juno sobre leones, jupiter soibre toros, su cabeza coronada de rayos sostiene una torre y esta ceñida con la diadema (...) esas ideas que determinan el culto del sol, tal como se practicaba en Emesa, conciernen a la maldad cosmica de un principio, al que los pueblos periodicamente cometieron el error de facilitar un detestable escape en las cosas, venerandolo en lo que tiene de negro (SOL NEGRO)
Saturno iswara, el sol, principio igneo, principio macho
Rhea la luna, principio humedo y femenino
ya no tiene que sorprendernos que saturno sea el sol, como apolo es el sol"
Antonin Artaud, "Heliogábalo o el anarquista coronado"
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